Veo el Covid19 como una dura respuesta de la naturaleza a nuestras agresiones medioambientales perpetradas desde milenios, y muy especialmente en las últimas décadas tras la revolución industrial .
Llevamos siglos explotando el medioambiente como si fuera un recurso inagotable. Sabemos de la insostenibilidad de nuestros modelos económicos pero no hemos reaccionado.
Ignoramos las relaciones causa efecto entre el maltrato medioambiental por un lado y las plagas y enfermedades por otro.
Estábamos avisados, pero parece que solo reaccionamos ante una Pandemia zoonótica extrema como el Covid19, y aún así lo estamos haciendo a medias.
Actuamos mal y tarde porque infravaloramos todas
las amenazas a nuestra propia supervivencia.
El cambio climático, provocado por el aumento de los niveles de CO2 la y la dramática perdida de la biodiversidad siguen su curso, ante nuestra aparente indiferencia basada el el espejismo de nuestra superioridad.
El poder de un bichito microscópico (Covid19).
Nos ha llegado una consecuencia para la que no estábamos preparados. Las mentes humanas no han sido capaces de imaginar una situación distópica y tremendamente peligrosa para toda la humanidad como la que padecemos con el Covid19.
El Covid-19 ha llegado para sumarse a una larga
serie de problemas de insostenibilidad.
Este es el microscópico bichito que nos ha recordado que no somos ni por asomo tan poderosos ni tan listos como pensábamos. Nada más saber de su llegada en Wuhan, lo hemos infravalorado constantemente en occidente. En España no hemos sido una excepción. Veasé Desescalada fallida y reapertura económica caótica y precipitada (Covid19).
El virus que nos está machacando se conoce como Coronavirus SARS-CoV-2 y la enfermedad que causa se denomina COVID-19 y a diferencia de otros, marcará un antes y un después en la historia de la humanidad, pero no lo podemos ver como un caso puntual.
El Covid-19 un virus zoonótico. Varias enfermedades como el ébola, la salmonelosis, la gripe humana, la fiebre amarilla, la fiebre del Nilo, la gripe aviar, los hantavirus, la rabia, el zika, etc., son zoonosis. Veamos la dimensión de estas amenazas cada vez mas frecuentes.
Amenazas zoonóticas
La OMS no solo considera ‘emergentes’ a las enfermedades graves que se describen por primera vez, sino que da la misma consideración a aquellas otras que incrementan su presencia y aparecen en zonas nuevas o en hospedadores nuevos.
También tienen esa consideración las que incrementan su gravedad o las que manifiestan nuevos tipos de transmisión (en especial si se implican alimentos), cuando se reconoce por primera vez el carácter infeccioso o si se describen dificultades añadidas en su lucha.
Un ejemplo de esto último sería la aparición de cepas bacterianas con multiresistencia a los antibióticos. Claramente hemos abusado de su uso indiscriminado.
En otras palabras, la OMS considera el calificativo de emergente a una zoonosis como un tipo de la misma que suponga por diferentes causas un nuevo tipo de amenaza que requiera una atención especial.
Existen aproximadamente unos 1,7 millones de virus. De ellos, unos 700.000 podrían ser virus zoonóticos. Estas son solo una parte de las zoonosis, ya que las zoonosis pueden ser: Priónicas, Víricas, Bacterianas, Fúngicas, o Parasitarias. Todas ellas se ven favorecidas por la destrucción de los ecosistemas a manos del hombre.
Lo interesante en el caso del Covid19, es que estamos enfocados casi exclusivamente en como evitar muertes e infecciones, pero apenas reflexionamos sobre sus causas. Esto nos expone a nuevos tipos de incidentes zoonóticos en el futuro.
Probablemente tenemos unas esperanzas excesivas en la obtención de vacunas que de tener éxito, sin duda podrían ayudarnos a evitar un descalabro mayor a muy corto plazo, pero que no servirá para paliar el problema de fondo.
No podemos limitarnos a ser reactivos.
Tenemos que ser proactivos y eso requiere
un cambio de mentalidad muy grande.
Esta vez ha sido el Covid19, pero dentro de pocos años será otra cosa, y deberíamos estar preparados.
El esfuerzo que se está haciendo para conocer mejor a los coronavirus y en particular el SARS-CoV-2 (Severe Acute respiratory Syndrome Coronavirus 2), coronavirus tipo 2 del síndrome respiratorio agudo grave. Gracias a ello habrá un antes y un después en la epidemiología y en muchas otras ciencias, en la industria, etc., pero lo que más se necesita es un cambio en los sistema políticos y económicos.
Un poco de historia sobre las pandemias que han afectado al ser humano y sus causas.
Las pandemias han sido el resultado de la civilización. En las poblaciones indígenas que no tienen contacto con la civilización las pandemias no ocurren porque si bien una enfermedad puede afectar gravemente a un poblado, la transmisión a otros poblados no es algo frecuente salvo que existan relaciones comerciales entre ellos.
Lo que ocurre es que las relaciones comerciales con sus intercambios son el comienzo del proceso de civilización.
Los españoles llevaron a América enfermedades tales como: difteria, peste, tifus, sífilis, gonorrea, tracoma, tuberculosis, muermo, rabia, viruela, sarampión, tosferina, gripe, lepra, fiebre amarilla,… Para muchas de estas poblaciones indígenas eran enfermedades para las que sus sistema inmunitario no estaba preparado.
En la actualidad el ser humano invade todos los ecosistemas y se relaciona masivamente con otras persona de cualquier lugar del mundo.
Nuestro sistema inmunitario no está preparado para una gran parte de las enfermedades que aún son desconocidas para la ciencia médica por tratarse de enfermedades que afectan a animales con los que apenas tuvimos contacto en las últimas décadas.
Destrucción de los ecosistemas naturales
Hemos degradado tantísimo los ecosistemas, que toda la biosfera se ha vuelto inestable.
Hemos sido testigo de la aniquilación de ecosistemas y de la masiva extinción de toda clase de extinciones de seres vivos así como de la contaminación atmosférica y de los océanos, y no hemos hecho nada.
Estamos asistiendo impasibles a la sexta extinción de la biodiversidad, que esta vez, está siendo provocada por nosotros.
Aún no hemos hecho nada realmente decisivo que frene esta amenaza para nuestra especie.
Ni siquiera damos el adecuado valor al conocimiento. Le damos valor al poder, y al dinero. No nos gobiernan desde la ciencia.
Los políticos son gente especializada en atesorar poder y son los que dirigen el mundo desde el más absoluto desprecio a una realidad que nos amenaza como especie.
Nuestra biosfera, ha sobrevivido a impactos de meteoritos y al estallido de supervolcanes que han causado crisis de biodiversidad y que han dejado su sello en los registros fósiles de los estratos geológicos.
Estamos en el comienzo de la sexta extinción. La especie humana se cree mucho más fuerte de lo que es en realidad y estamos actuando de forma escasa y tardía a cada nueva amenaza.
Un ejemplo, la industria del aceite de palma
En la imagen vemos un ejemplo de deforestación en la selva de Indonesia para cultivos extensivos el aceite de palma. Muy barato pero insano.
Este es un claro ejemplo de las consecuencias de sustituir una selva por un monocultivo para su aprovechamiento.
Ahora se pone de moda comercializar alimentos donde se pone en el envase en letras muy grandes sin aceite de palma, porque el mensaje de los médicos ha terminado calando en la sociedad, pero se han devastado selvas enteras para sustituirlas por cultivos de palmeras de aceite de palma.
Se han perdido cantidad de especies por pérdida de su hábitat. La destrucción de selvas en la isla de Borneo mató a unos 150 mil orangutanes durante este siglo.
Lo mismo viene ocurriendo en otro tipo de selvas asiáticas. La población de orangutanes se redujo en un 50% en 30 años.
Los que quedan están en riesgo de extinción junto a otras 193 especies por culpa de la industria del aceite de palma que además es un producto nefasto desde el punto de vista nutricional. Este es solo un ejemplo pero hay muchos mas ejemplos que al igual que esta industria están deteriorando gravemente muchos ecosistemas estables para convertirlos en económicamente productivos.
Otros ejemplos de deterioro de ecosistemas naturales
Por ejemplo el cultivo de monocultivos de cereales que todos ellos son básicos desde el punto de vista nutricional. (Trigo, arroz, maíz, cebada, avena centeno, … ) termina facilitando la aparición de toda clase de plagas combatidas con pesticidas que pueden contaminar gravemente los ecosistemas matando masivamente abeja, o matando masivamente a peces que son depredadores de larvas de mosquitos. Estos mosquitos son transmisores de enfermedades y en ausencia de sus predadores naturales provocan graves pandemias. Otro ejemplo es la deforestación para convertirla en prados para el ganado.
Convertir ecosistemas naturales estables en ecosistema económicamente productivos es una estrategia humana muy extendida desde hace mucho tiempo, pero que resulta cortoplacista y suicida para toda la humanidad.
Antiguamente se destrozaban unos pocos ecosistemas, pero cada vez quedan menos ecosistemas naturales. La estocada de gracia a estos escasos y maravillosos ecosistemas naturales viene muchas veces de la mano del turismo.
Recomendaciones finales:
Es urgente cambiar radicalmente nuestra forma de pensar sobre la humanidad en relación con la naturaleza.
Tenemos un feo vicio que se denomina especismo que es fruto de nuestro antropocentrismo que nos impide ver las cosas como son en realidad.
El especismo es una discriminación hacia las especies que no son de la raza humana.
Pensamos que la naturaleza es algo que está ahí para hacer el uso cortoplacista que más nos convenga en cada momento y no hemos parado de causar daños irreversibles.
Para comprender todo lo relativo a este tema sugiero echar un vistazo a la entrevista que hicieron a Daniela Freggi: «El especismo no tiene ninguna base científica o moral».
Sin duda recomiendo igualmente ver el documental de David Attenborough titulado Una vida en nuestro planeta. El enlace es apunta al Trailer Oficial en Youtube. El documental está disponible en Netflix. Se trata de un documental extraordinario, lleno de profundo conocimiento, bien estructurado y con imágenes impactantes. Son 83 minutos y por su densidad (no da puntada sin hilo).
No podía ser menos. A sus 93 años, David Attenborough es un naturalista extraordinario. Ha explorado cientos de ecosistemas diferentes en todos los continentes del planeta, Ha documentado el mundo vivo en todo su esplendor.
Este documental es una síntesis de sus profundos conocimientos sobre la naturaleza, con una moraleja que nos invita a reflexionar y a cambiar radicalmente nuestra forma de pensar sobre el mundo en el que vivimos.
Estamos provocando la sexta extinción de la biodiversidad
y conviene tener en cuenta que este es
el único mundo apto para la vida humana.
Aventuraymas
Muy interesante tu punto sobre el covid
Cristian Naturopatía Manual
Toda la razón Antonio, deberíamos cambiar nuestra visión de la naturaleza porque está ocasionando una muerte lenta…