La imagen muestra a un Guppy macho comiendo en superficie. Tienen la boca adaptada para comer preferiblemente en esa zona. Para ilustrar que la radiación UVB solo penetra un centímetro en el agua, he ennegrecido el resto de la imagen donde esas radiaciones no pueden penetrar. Este retoque me sirve para ilustrar una teoría sobre la Tuberculosis del guppy derivada de una considerable cantidad de datos que han sido tenidos en cuenta y que han dado lugar a este largo y sesudo artículo, fruto de la observación, pero totalmente especulativo.
Categoría: Enfermedades de los peces

Mycobacterium
En este artículo continúo profundizado en el espinoso tema de la tuberculosis de los peces, de la cual ya he comentado algunas cosas en el artículo:
La tuberculosis de los peces (Parte 1)
En esta ocasión trataré de explicar las peculiaridades de esta enfermedad para entender porqué es tan difícil de tratar.
Esta es una enfermedad provocada por micobacterias y es muy importante conocer las características de este grupo de bacterias para entender la razón de por qué los tratamientos con antibióticos no funcionen con la misma eficacia que en otro tipo de infecciones bacterianas y por qué estas enfermedades cursan como crónicas.
Testimonio personal
Hacía muchísimos años que no tenía un caso de tuberculosis en mis acuarios. Se puede decir que desde que tengo acuarios de gran tamaño (más d 25 años) no había tenido ningún caso. Los casos que padecí de joven también fueron en poblaciones de guppies.
Es una enfermedad que puede ser desastrosa para un acuario y por experiencia de juventud recuerdo que suele aparecer en acuarios pequeños, mal mantenidos o superpoblados , tambien en peces recién importados (por debilidad inmunológica) o que por alguna otra razón tienen condiciones deficientes. En los guppies aparece sobre todo en hembras adultas. En esta ocasión he de reconocer que ha existido una combinación negativa de factores. El origen fueron unas hembras guppies que sin pasar por el acuario de cuarentena fueron introducidas en mi acuario de 150L que tenía un equilibrio aún precario porque había sido iniciado hace pocos meses.
Definición de la enfermedad
Se trata de una enfermedad infecciosa. El agente es una bacteria del género Mycobacterium. Algunos autores consideran que puede estar producida por diferentes especies (M. piscium, M. salmoniphilum, M. marinum, entre otras). Afecta a una gran variedad de especies piscícolas y su evolución, salvo en raros casos, suele ser bastante lenta.
Posibilidad de contagio a seres humanos
Para algunos autores se trata de una enfermedad que no se transmite ni al humano ni a ningún animal de sangre caliente, por tratarse de un germen diferente al de la tuberculosis humana (Mycobacterium tuberculosis). A diferencia de este, la mayoría de las cepas de M. marinum no pueden crecer a la temperatura de incubación habitual de 37 °C, sino entre 30 y 33 °C. Es por ello muy infrecuente su transmisión a humanos, pero no imposible. Experimentalmente se ha logrado contagiar a animales terrestres de sangre fría con la tuberculosis de los peces.
El primer caso de infección a un humano fue reportado en 1962 y se trató de una infección en forma de granuloma producido por contagio de M. marinum en una pecera. La infección de M. marinum puede ser considerada un riesgo laboral para algunas profesiones, como los trabajadores en tiendas de animales, pero la mayoría de las infecciones de las que se tiene noticia (que son muy pocas) ocurrieron en criadores domésticos de peces, que mantenían algún acuario en su casa probablemente en malas.
Síntomatología
Los síntomas pueden ser muy variados dependiendo de la parte del organismo afectada, de la especie, y de la evolución de la enfermedad. Los animales se muestran más lentos, más delgados, pueden sufrir una deformación de la columna vertebral, deformación del vientre, de las mandíbulas, abultamiento de ojos, esterilidad progresiva, etc. No todos los síntomas ocurren en el mismo ejemplar. Los síntomas van cursando de forma lenta. Es una enfermedad crónica.
Patogenia
El periodo de incubación puede ser de solo 15 o 30 días. Se distribuye por todo el organismo pero solo se va acumulado en determinadas partes causando el problema en las vísceras más afectadas. La morbilidad (porcentaje de casos afectados) en un acuario suele ser del 60%. La mortalidad es muy alta aproximadamente el 90% de los peces con síntomas claros mueren y constituyen la principal fuente de contagio. En especial si mueren el el acuario y son picoteado por otros peces.
Profilaxis y tratamientos
Para prevenir el problema, respetar una cuarentena amplia para los peces nuevos, buena alimentación, acuario con pocos peces y aumentar la calidad del agua con cambio parciales frecuentes de agua. Debe apartar siempre los peces enfermos desde los primeros síntomas. Uno de los primeros síntomas es el cambio de la forma de nadar cuando el pez está tranquilo. Aparece un bamboleo que desaparece cuando el pez nada rápido por ejemplo en una huida. Posiblemente se deba a dolores musculares crónicos. También el ligero abultamiento de la bránquias.
Es una enfermedad que puede quedar oculta y dar mucha lata. Los peces enfermos muy rara vez se curan y de los que parecen curarse, pueden ser portadores de la enfermedad. La enfermedad se transmite cuando un pez enfermo es picoteado por otro. Si llegan a morir en el acuario contaminan a muchos otros peces. Por esa razón, si no se sacrifican los peces dudosos, la posibilidad de éxito para combatir la epidemia disminuyen mucho.
En especial el salabre para apartar los peces enfermos o para sacrificarlos ha de ser desinfectado con posterioridad metiéndolo en un tarro con uno o dos litros de agua el y dejarlo con uno o dos taponcitos de lejía actuando durante toda la noche. Con cualquier utensilio o recipiente expuesto se ha de actuar de forma parecida.
El intento de cura solo tiene sentido si dispone de espacio y acuarios de sobra que puedan ser dedicados durante quizás más de un año a la recuperación de peces afectados, porque los tratamientos no garantizan la cura y la ausencia de síntomas no garantiza que la enfermedad esté vencida. Los peces curados deberían quedar en otros acuarios sin contacto con los sanos. Alcanzada la situación de ausencia de peces sospechosos de estar infectados conviene mantener la profilaxis indicada durante varios meses por prudencia porque el rebrote de la epidemia no es infrecuente.
La única noticia buena con esta enfermedad es que no suele afectar a la totalidad de los peces. Puede que en una población de guppies diezmados por la enfermedad, los supervivientes sean genéticamente más resistentes a la enfermedad.
Con demasiada frecuencia, se hace un énfasis excesivo en el tratamiento farmacológico de las enfermedades de los peces de acuario cuando en la mayoría de los casos las causas hay que buscarla en las deficiencias del mantenimiento de los mismos.
Las carencias de las condiciones fisicoquímicas del acuario o la deficiente alimentación, suelen estar el el origen de la mayoría de las enfermedades de los peces de acuario. Por ello la enfermedad ha de verse como la última fase de una progresiva pérdida de salud de los peces que conducen a su debilitamiento extremo de su sistema inmunológico.
Todo ello empieza con mucha frecuencia antes de la adquisición del pez en los comercios. Es poco habitual que los peces enfermen en un acuario saludable. Los peces bien mantenidos generalmente mueren de viejos.
Longevidad de los peces:
Algunos peces, como killis anuales, suelen vivir menos de un año, pero otros como el Chaetostoma que yo tuve (le llamaba el abuelo), pueden vivir más de veinte años. La longevidad en el acuario varía considerablemente en función de cada especie. A continuación se mencionan la longevidad de algunas especies habituales en acuarios tropicales de agua dulce:
- Escalar (Pterophyllum scalare) : mas de 10 años
- Disco (Symphysodon sp.): de 10 a 18 años
- Ramirezi: Menos de 2 años
- Betta ( Betta Splendens) : 2 a 3 años
- Gourami Azul (Trichogaster trichopterus) : 4 años
- Gurami perla (Trichogaster leeri): 10 años
- Tetra de ojos rojos Moenkhausia oligolepis: 15 años
- Tetra Ciego (Astyanax fasciatus mexicanus) : mas de 5 años
- Tetra cardenal (Paracheirodon axelrodi) – 4 años
- Neon Chino (Tanichthys albonubes) : 5 a 7 años
- Botia sidthimunki (Acanthopthalmus kulii): de 12 a 15 años
- Botia payaso (Botia macracanthus): 11 a 25 años
- Labeo bicolor (Rasbora einthoveni) : 11 años
- Pez gato de Cristal ( Kryptopterus bicirrhis ): 8 años
- Guppy (Poecilia reticulata):1-2 años
- Cola de espada (Xiphophorus helleri):2-3 años
- Molly ( Poecilia sphenops):2 a 3 años
- Platy (Xiphophorus evelynae): 2 a 3 años
- Goldfish ( Carassius Auratus): de 10 a 30 años
- Arcoiris de Boesman (Melanotaenia boesmani ) : 5 años
- Arcoiris neon (Melanotaenia praecox) : 3 a 4 años
- Arlequín (Rasbora heteromorpha ): 6 años
- Danio Leopardo (Brachydanio frankei) : 5 a 7 años
- Danio Cebra (Danio rerio) : 5 años
La adquisición de nuevos ejemplares es siempre un momento muy delicado para todo el acuario:
En un acuario nuevo los peces han de introducirse de forma gradual a medida que el acuario adquiera madurez y un equilibrio estable, y cada nuevo aporte de peces es un momento delicado.
Carecemos del control sobre las condiciones en las cuales recibimos los peces de la tienda. El transporte de los peces suele realizarse bajo condiciones muy duras para ellos: tiempo excesivo en la bolsa de transporte, cantidad de oxígeno y temperatura inadecuada, son factores determinantes en la salud de los peces a su llegada a la tienda minorista.
Cada vez más especies son reproducidas en cautividad para su posterior comercio, porque suelen llegar en mejores condiciones que los peces que provienen de capturas en el medio salvaje y porque estas capturas representan una agresión a los ecosistemas naturales que desagradan a los buenos aficionados.
Antes del transporte, se recurre generalmente a dejar de 1 a 2 días sin alimento a los peces porque es sabido que con los intestinos vacíos toleran mejor el viaje en bolsas de plástico. Estas vienen generalmente con oxígeno puro. Los peces pueden permanecer en esas bolsas durante mucho tiempo, hasta 24 o 48 horas. La temperatura puede descender con frecuencia por debajo del valor recomendable y parte de los peces pueden llegar muy enfermos o incluso muertos. Hay otros factores negativos para el pez, tales como la acumulación del amoniaco que excretan los peces en su orina o los golpes en las bolsas durante el transporte, etc.
Para colmo, los peces no llegan siempre directamente desde el criador al cliente final. Suelen pasar por un mayorista y este en prevención de complicaciones, se suele recurrir a algún tratamiento químico antes de venderlos a los comercios minoristas donde finalmente los adquiriremos nosotros.
El sistema inmune de los peces:
Para evitar que cojan enfermedades, en los comercios se recurre con frecuencia a medidas profilácticas para los peces recién llegados que incluyen el uso de una serie de productos antisepticos o protectores de mucosas. Algunos de estos productos químicos previenen la aparición inmediata de enfermedades evitando una alta mortandad del peces, pero a más largo plazo suelen debilitarlos aún más. Algunos peces pueden pasar por varios de estos tratamientos antes de llegar al cliente final.
La mayor parte de los productos químicos utilizados para desinfectar presentan cierta toxicidad para algunos de los órganos del pez tales como: la piel, las branquias, el hígado y los riñones.
Todos estos órganos se ven sometidos a un sobreesfuerzo que va en detrimento de la energía disponible para el funcionamiento del sistema inmunitario y con ello este pierde toda capacidad de resistencia a las enfermedades. Un pez con un sistema inmunológico totalmente colapsado puede mostrar un aspecto casi normal, pero representará un considerable peligro para la salud del pez y de sus compañeros de acuario.
Muchas de las enfermedades más frecuentes de los peces de acuario están causadas por microorganismos que existen en animales sanos.
Por ejemplo: el punto blanco es una enfermedad muy contagiosa y pese a existir tratamientos químicos eficaces, puede llegar a ser totalmente incurable en un pez debilitado. Por el contrario en un pez sano puede bastar elevar un poco la temperatura del acuario para que desaparezcan los síntomas. Un pez sano no se contagia fácilmente con punto blanco ni siquiera picoteando peces infectados. Puedo dar fe de ello.
Cuida la salud de tus peces lo mejor que puedas, porque el sistema inmunitario de tus peces, pese a ser difícil de percibir, resulta bastante frágil y puede ser el que marque la diferencia entre una baja aislada o una epidemia desastrosa.
Cuarentena:
Lo mejor siempre es prevenir. Por ello es muy aconsejable tener un pequeño acuario de unos 15 o 20 litros litros, reservado para las funciones de: enfermería, tanque de cuarentena, o cría de alevienes. Es decir son varias las funciones que pueden realizarse en este tanque y por tal motivo, cuando se trata de dar apoyo a un acuario de más de 150 litros, no sería mala idea tener incluso un par de ellos para que llegado un momento inesperado de necesidad, tengamos al menos uno de ellos disponible.
Antes de introducir peces recién adquiridos al acuario comunitario deberían pasar como mínimo una temporadita de dos semanas por el tanque de cuarentena. Se puede usar un tanque de 15 a 20 litros con termocalentador, y podemos no usar filtro. Para ello, lo situaremos cercano al acuario comunitario, en posición algo más baja que esta para facilitar la realización de cambios parciales de agua del 50% cada cinco días usando el agua vieja del gran acuario comunitario.
Si necesitan algo de medicación durante la cuarentena, habrá que prolongar su estancia para que les de tiempo a recuperarse totalmente. No basta con la certeza de que no están enfermos, tienen que estar sanos y fuertes antes de pasar al tanque comunitario.
En un acuario comunitario, no es nada recomendable hacer un tratamiento con productos químicos que pueden alterar el equilibro microbiológico del acuario y pueden afectar a plantas y peces sanos. Si un pez se pone enfermo y no tenemos libre ningún acuario pequeño que haga de enfermería, habrá que valorar la posibilidad de sacrificar al pez para salvar al resto del acuario. Algunos síntomas de enfermedades son más serios que otros. Por ejemplo la exoftalmia es un síntoma que puede deberse a diferentes enfermedades de difícil diagnostico y algunas de ellas no tienen buen pronostico y son muy infecciosas. Como norma hay que apartar el pez enfermo lo antes posible.
Conclusiones:
Se mencionan constantemente casos de tratamientos que fracasan, y algunas veces se piensa si será debido a nuevas cepas microbianas resistentes a los fármacos, pero suele ocurrir que los peces que no superan los tratamientos no solo están enfermos, sino que están muy débiles. La clave para la salud del acuario es la prevención. No se trata de hacer una determinada cosita muy bien, sino de no descuidar en exceso ninguna de los muchos detalles que interesa vigilar en todo acuario. Más que horas de dedicación se requiere atención y observación.
Un pez sano es aquel que tiene un comportamiento normal y activo, come con gana, y muestra un gran colorido. Sus aletas y su piel han de estar perfectas.
La clave para lograrlo es no someter al pez a condiciones que resulten estresantes para él: una proporción alta de agua por pez, abundancia de escondites y plantas, condiciones fisico químicas adecuadas, cantidad adecuada de comida, limpieza y cambios parciales de agua regulares, y una alimentación de calidad, son los factores más importantes. Cada especie tiene sus propias necesidades que han de ser respetadas.
El momento de la comida y la forma en que se comportan todos ellos resulta particularmente revelador.