La biología está empezando a prestar atención a un campo de conocimientos que se sale completamente de lo habitual.

En biología existen ciertas disciplinas científicas que han resultado muy útiles, pero la física cuántitica no aparece mencionada en ningún tratado de biología sino desde hace unos pocos años, y lo hace ahora para sugerir explicaciones a los hechos que se han resistido al estudio desde hace décadas.

La biofísica tradicional se basa en los principios establecidos por la mecánica newtoniana, pero cuando llegamos al nivel molecular o atómico para intentar buscar respuestas, la física  newtoniana ya no nos basta.

Los seres vivos estamos formados por un conjunto de átomos estructurados de una manera magistral, que parecería ir en contra de la tercera ley de la termodinámica. Los fenómenos cuánticos son los mejores candidatos para explicar el comportamiento casi mágico de la vida, capaz de convertir el caos en información.

Esta consigue hazañas aparentemente tan complicadas como lo sería para nosotros tomar un huevo crudo estampado contra el suelo, y recomponerlo a su estado original.

La biología cuántica parece estar tras los fenómenos de:  la fotosíntesis, el sentido de orientación de las aves, el sentido del olfato, otros sentidos peor conocidos, muchas funciones moleculares. etc.

Puedes echar un vistazo a estos enlaces para profundizar sobre estos descubrimientos que nos devuelven a la humildad científica enfrentada a las maravillas de la naturaleza.